Maldito destino
que suerte tan negra
me vino a tocar,
está destrozada
ya mi alma completa
yo creo que en el cielo
pa' mí no hay piedad.
A veces quisiera
arrancarme la vida
pero eso es faltar
a la ley del creador.
Suerte maldecida
haber hasta cuando
te acuerdas que existo
y de un solo tajo
me arrancas el alma
y la entregas a Dios.